Antes de viajar a Tailandia vimos fotos de Ko Lanta que nos hicieron incluirla en nuestro viaje por este país. Si bien las fotos luego no se correspondían con la realidad, la verdad es que lo pasamos muy bien los tres días que estuvimos en esta isla del Mar de Andamán.
Ko Lanta es una isla para descansar, para tomar algo en un barcito de playa con los pies en la arena mirando el mar, para recorrerla en moto o tuc-tuc, y si el presupuesto lo permite, hacer alguna excursión a las islas cercanas. A diferencia de otras islas más famosas de Tailandia, Ko Lanta es grande y no se recorre en un día ni dos.
¿Cómo ir a Ko Lanta desde Phi Phi?
Nosotros compramos el ticket de Ko Phi Phi a Ko Lanta en el puerto de Ao Nang-Krabi. Estábamos por embarcar a Phi Phi y nos lo ofrecieron en la taquilla al ver que no teníamos ticket de regreso y explicarles que queríamos ir a Lanta. Nos dieron un ticket abierto para que lo utilizáramos el día que nos diera la gana con dos horas distintas a elegir (11 y 15). Nos costó 450 baht (unos 12€ aprox.) a cada uno y nos dejó en el puerto principal. Desde la recepción de nuestro hotel nos fueron a buscar. En veinte minutos en furgoneta estuvimos en nuestro hotel.
Nos hospedamos cerca de la playa Klong Nin, frente al Lanta Nature Beach Resort que usamos de puerta de entrada a la arena cada día. Nosotros nos quedamos en el Intanin Resort que no tiene ni piscina ni acceso a la playa ni sitio donde servir el desayuno y por eso es más barato pero estuvimos muy bien.
¿Qué hacer en Ko Lanta?
Descansar. Bueno, eso es lo que hicimos nosotros la mayor parte del tiempo pero también visitamos algunas playas cercanas a Klong Nin. El primer día nos cruzamos a esta playa sin móviles ni nada, nos tiramos en la arena, nos bañamos en el mar y caminamos por la playa. Obviamente no tengo fotos de este día.
Al día siguiente nos fuimos a conocer la playa de la bahía Ba Kan Tieng. El tuc-tuc nos dejó casi a los pies de la arena. El mar se veía hermoso, azul cristalino, pero no tan espectacular como en Phi Phi, todo hay que decirlo.
Hacía mucho calor y no había sombras así que después de jugar un rato en el mar y tratar de ver el coral que nos anunció el recepcionista del hotel, nos inventamos una sombra. Hubo que limpiar un poco la zona de troncos y basura pero conseguimos que unos arbustos nos mantuvieran al reparo un buen rato del sol. Eso sí, rodeados de bichitos.
Cuando la sombra no aguantó más, nos bañamos en el mar otra vez, nos secamos y nos tomamos un tuc-tuc hacia una playa más cercana a nuestro hotel: Diamond Cliff. Es un acantilado y para bajar a la arena hay que entrar al bar donde están las escaleras. Merece mucho la pena asomarse para descubrir una playa casi salvaje que no venía anunciada en ningún lado ni fue recomendada por el recepcionista de nuestro hotel pero que resultó hermosa.
Las palmeras y árboles eran el marco a esta playa tan preciosa que se divisa desde el bar Diamond Cliff donde por cierto también tienen alojamiento si alguien quiere dormir con estas vistas. Lo curioso es que mientras estuvimos en la playa disfrutando del mar (profundo, por cierto) y del descanso, unos tailandeses se pusieron a armar una especie de carpas naturales con hoja de palma y bambú que supusimos las alquilarían al día siguiente. Era mediados de noviembre y la temporada alta estaba empezando. Cuando nos fuimos de la playa, el sol empezaba a bajar y la arena se tornaba dorada.
Volvimos a la playa más cercana al hotel justo a tiempo para ver el atardecer sobre el mar y tomarnos algo en el bar Majestic donde pasaríamos las tres noches de nuestra estadía en Ko Lanta aprovechando la Happy Hour para darnos un gustito. Y los cocktails y la comida tailandesa se convirtieron en nuestra pequeña rutina nocturna en esta isla maravillosa.
El tercer día lo pasamos descansando y caminando por la playa Klong Nin. Estaba nublado, la marea baja y parecía que iba a llover en cualquier momento así que darse un baño en el mar estaba complicado pero igual lo disfrutamos. Los días de playa llegaban a su fin y estábamos a tan solo un día de darnos de bruces con la caótica Bangkok antes de regresar a España así que había que aprovechar a tocar la arena y meter los pies en el mar hasta el último minuto. Nos íbamos de Ko Lanta con muy buen sabor de boca y con un colorcito bronceado envidable.
Próximo relato: Bangkok
Hola, mi pareja y yo vamos este verano a Tailandia y estamos pensando en Koh lanta como mejor opcion para poder hacer excursiones, en tu pagina pone que las excursiones son de noviembre a abril, el resto del ano imagino que tambien las hay?? gracias
Hola! la verdad es que estando allí nos enteramos de que hay excursiones que no se hacen desde mayo a noviembre, incluso algunos sitios cierran y hay islas a las que no se puede acceder porque los barcos no hacen el recorrido. Si tienes en mente excursiones muy específicas mejor informarse antes en foros y páginas de viajes, por si acaso. De todas formas, sé de viajeros que han ido en mayo y aunque tuvieron tormentas por las tardes o noches no les impidió hacer las excursiones por la mañana temprano así que todo es posible. ¡Buen viaje!