Otro de los motivos por el que me gustó alojarnos ahí fue porque podíamos pasear por Ocean Drive por las tardes al volver de trabajar (los días que no nos íbamos a tomar algo por el Downtown).
Ver el ambiente de Ocean Drive y el de la costa de Miami South Beach en general me pareció como estar dentro de una película norteamericana. Por momentos pasaban jóvenes en patines y se cruzaba con un hammer o una limusina. Había personas paseando en top y shorts súper cortos y otras con pantalones largos de salir a correr. De repente algunas llevaban pelucas de colores o trenzas y gorros extravagantes.
Paseando por Ocean Drive también nos cruzamos con la Mansión de Versace, ubicada en el número 1116 de Ocean Drive, que es la casa que perteneció al famoso diseñador.
Otro día salimos a comer comida latina por los restaurantes de la zona y a beber mojitos en los bares de moda. Lo interesante de esta zona de South Beach, además de tener la playa al lado, es que está concurrida y se puede una mover a pie. Lo malo, en nuestro caso, es que teníamos casi una hora de autobús hasta las oficinas del Downtown donde estábamos trabajando.
Qué buen artículo!!! Somos de España y teníamos planeado viajar a Miami después de verano, pero tal y como está la situación ahora con el COVID hemos decidido aplazarlo. Qué ganas de que se acabe todo esto y podamos volver a viajar con normalidad!! Un saludo y enhorabuena por la web 🙂
Ay! qué de planes han quedado aplazados este año 2020 por el Covid. Ojalá 2021 nos traiga nuevos viajes 🙂 Abrazo y gracias por tu comentario.