Como ya había anunciado, nos fuimos con algunas de las chicas de la oficina a Budapest (Hungría) a pasar el fin de semana. Hay quienes dicen que en un fin de semana no se puede hacer gran cosa. Otros pensamos, por el contrario, que un fin de semana «da para mucho». Y ésto último fue lo que ocurrió. Esta es la primera parte de nuestro viaje por Budapest en dos días.
Crónica del viaje a Budapest (I parte)
Tarde de calor insoportable en Madrid. Al salir de trabajar, como una rica ensalada que mi compañera de departamento (piso en España) me tenía preparada. Preparo la maleta, bikinis incluidos, y arranco para la ofi nuevamente. ¿Para qué voy a la oficina? a buscar a mi amiga italiana que me espera con «ansiaaaa».
Llegamos con lo justo a Barajas pero algunas de las chicas ya estaban haciendo la cola de embarque así que sin problemas. Estamos todas revolucionadas. Parecemos adolescentes en viaje de fin de curso. Cuando el avión despega la emoción no cesa. Hablamos todas a la vez y hacemos mil planes. Algunas leen la guía de Budapest. Otras charlamos sobre la vida, los amores, las experiencias, etc.
Llegamos a Budapest casi de madrugada. Un chico nos espera con un cartel con el nombre de una de las chicas. Nos lleva al departamento que alquilamos. Nos encanta pero una de las habitaciones es demasiado grande. Nos juntamos todas en dos habitaciones (las más pequeñas) con desplazamiento de colchones y todo. Esto hará que a la hora de dormir me sienta como en un «pijama party».
Quedarse a dormir no es opción
Nos arreglamos bien, dispuestas a sacar provecho de Budapest en menos de 48 horas (para ser exactos: 40 horas). Nos vamos al Szimpla Kert Pub que nos recomendaron. Un «ruin pub» que nos gustó mucho por su decoración «vintage» desde el cartel anunciando un paso de peatones hasta la bañera graffiteada en el patio.
Según la guía oficial de Budapest Szimpla es de los pub más caros de la ciudad (lo supimos después) aunque a nosotros nos pareció muy barato. Yo me tomé una cerveza de 1/3 por poco más de 1€. Y luego una vaso de medio litro por 2€. Más aún teniendo en cuenta que el bar está a pocos minutos de donde nos alojamos, lo cual nos permitió volver andando, no sin antes pasar por una panadería para desayunar. Sí, de adolescentes total!!!
Sábado a todo terreno
Queremos verlo todo y en menos de 48 horas. No queda otra que ir «a tope» y sin freno. Nos levantamos a las 9, nos arreglamos y salimos sin desayunar (yo me tomé un té porque me pone de mal humor no tomar nada antes de salir). De todas formas, avanzamos «sin prisa pero sin pausa». Una vez localizado el guía del Free tour que nos recomendaron, sí compramos algo para desayunar. Pero la chica del café tarda tanto que el «free tour» arranca con la mitad del equipo dentro del bar.
Un chico húngaro va a la cabeza del grupo de españoles que queremos hacer la excursión. Pasamos por la plaza Vörosmarty tér donde se encuentra la estación de metro (subte) del mismo nombre que corresponde a la Línea 1, una de las más antiguas del mundo (1896) y declarada Patrimonio de la Humanidad en 2002. Más tarde nos meteríamos a esta estación para ir a la Plaza de los Héroes pero no quiero adelantarme.
Llegamos a las costas del Danubio y admiramos Buda desde Pest así como el Puente de las Cadenas, el primero que uniría las antiguas ciudades allá por 1840. Es un puente con una historia muy trágica ya que su creador István Széchenyi se suicidó al darse cuenta de que a los leones del puente les faltaba la lengua. ¡Qué perfeccionista el hombre!
Tras cruzar el antiguo puente llegamos a Buda donde la ciudad ya deja de ser plana. Nos paramos frente al funicular y tratamos de escuchar la historia que el guía está contando pero es casi imposible porque estamos alteradas y comentando cada cosa que pasa a nuestro alrededor.
Subimos por el parque hasta alcanzar una zona donde podemos admirar desde arriba la ciudad de Pest, el Parlamento húngaro, el Puente de las Cadenas y otros edificios que sobrepasan esa franja invisible que limita la altura de la ciudad de Pest. ¡Cuánta belleza arquitectónica!
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies
Pingback: Budapest en menos de 48 horas (II parte) – Viajar Caminando