“Si vas a viajar a la Toscana, visita Siena” me dijo mi amiga italiana antes de iniciar nuestro viaje. ¿Siena? ¿Y qué hay para ver en Siena? le pregunté y sin darme una respuesta insistió en que tenía que ir. Y esa fue la razón por la que terminamos visitando Siena y así fue como Siena se convirtió en la gran sorpresa de nuestro viaje por Italia.

¿Me creerían si les dijera que la Catedral de Siena me gustó más que la de Florencia? Bueno, eso es lo que ocurrió. La Plaza del Duomo y el Duomo en sí (la Catedral) me dejaron boquiabierta. Tal vez porque ya había estado en Florencia, tal vez porque no me esperaba nada de Siena y resultó todo. O quizás simplemente porque es más linda. La cuestión es que la mirase por donde la mirase me gustaba más.
